UN LADRON AFORTUNADO
CAPITULO 04 – EL NOVIO DE TORI
Desde hace algun tiempo no habia capitulo de esta historia, si quieres contexto aqui esta el CAPITULO ANTERIOR (03)
Mientras Liz en el cuerpo del
criminal pagaba por un crimen que ni siquiera cometió, lejos de ahí, en un
suburbio de la ciudad donde no todos pueden vivir, se encontraba Carlos, ahora
poseedor del cuerpo de una mujer madura, debido a su consumo en el restaurante
ya podía notarse una pequeña abultacion en su abdomen
CARLOS: debo disimular mejor, estas
niñas no son tan tontas como pensaba, además este cuerpo está muy bien, debería cuidarlo,
no engordarlo con mis anteriores hábitos alimenticios, jaja quien lo diría hace
poco mi vida era una mierda sin esposa o nada parecido, y ahora soy rico y por
si fuera poco tengo a esta mujer para tocarle lo que quiera cuando yo quiera,
hablando de eso…
Una vez abajo las niñas se fueron
a su cuarto, se pusieron una ropa más cómoda y volvieron a salir, a Carlos se
le estaba volviendo adictivo su nuevo cuerpo, planeaba ir a su nueva recamara y
verse en el espejo desnuda, pero Tori lo interrumpió.
TORI: ¡Ma! ¿te vas a cambiar? Recuerda
que te dije que hoy venia Enrique, debemos apurarnos a limpiar
CARLOS: (ah esta niña y su voz chillona
ya me tienen harto) Je si hija voy a cambiarme y regreso mientras pónganse a
sacudir o lo que sea que se tenga que hacer
El hombre entro al cuarto de Liz,
para el todo era nuevo, vio el tocador que estaba ahí, una infinidad de productos
de belleza que en su vida había visto llenaban los cajones, para alguien que
nunca cuidaba su imagen personal le parecía exagerado la cantidad de productos
que habían, todo era muy rosa y femenino, para el hombre esto era demasiado
hartante, no soportaba lo cursi que era todo, decidió no cambiarse pues la ropa
que llevaba era ya bastante cómoda, salió del nuevo al pasillo.
TRINA: bueno ma, ¿qué te parece
si nosotras ordenamos todo y tu limpia la casa?
CARLOS: o que te parece si
ustedes hacen todo y yo me pongo a ver el futbol
TORI: ¿Qué? Pero si tu odias el
futbol, además siempre hacemos el quehacer entre todas
CARLOS: (carajo, ni modo si quiero
seguir llevando esta vida debo hacer un poco de lo que la mujer hacia) ok hijas
entonces voy a buscar las cosas que deben estar por acá o algo así para
ayudarlas (lo que tengo que hacer para no ser descubierto, yo ni en mi casa barría
y mírenme ahora obligado por unas niñas a limpiar una casa que ni es mía, ah
este cabello como estorba al agacharse)
Como pudo Carlos se amarro el
cabello, salió y con mucha flojera empezó a limpiar el piso, noto que su cuerpo
se cansaba más rápido, después de todo no era el mismo, su musculatura aunque
poca se había ido, además tenía al menos 10 años más que cuando era hombre, sus
nuevos pechos se movían y pesaban, sobre todo cuando se agachaba, aun así se podría
decir que disfrutaba el espectáculo, pues Tori y Trina se había puesto ropa cómoda
y corta, después de todo ellas creían que en esa casa solo estaban mujeres,
pero desde su nuevo cuerpo Carlos podía observar a dos chicas bastante guapas,
incluso podía ver cuando se agachaban a recoger algo o cuando en un descuido
alguna de ellas mostraba su ropa interior, después de un pésimo trabajo
limpiando el piso y que tuvieron que corregir sus hijas Carlos al fin pudo
sentarse y ver el partido.
TORI: ¿qué haces ahí ma? Recuerda
que tenemos visitas debemos
preparar la comida
CARLOS: no que flojera niña,
mejor pedimos comida a domicilio y ya
TORI: pero Ma como le vamos a dar
eso a mi novio
CARLOS: ¡ah! Mira niña digo…hija
no estoy de humor para cocinar nada, pide lo mas caro que quieras a fin de
cuenta somos ricos ¿no?
TORI: ammm…ok Ma, ¿estas bien?,
desde ayer te siento algo molesta
CARLOS: si solo…ya sabes cosas de
la edad y eso
TORI: está bien, pediré comida
italiana entonces, ah por cierto Enrique llega en una hora y media quizá deberías
cambiarte, esa ropa que traes ya está algo sucia
CARLOS: oh si jaja claro que me
cambiare…
Mientras TORI analizaba que pedir
Carlos subió de nuevo, esta vez emocionado al ver de nuevo a Liz desnuda, no podía
negar que la señora tenía buen cuerpo, y que para él seguía siendo excitante
ver su propio reflejo y su nuevo fisico, se quitó la ropa que traía quedándose solo en ropa interior, puso sus
manos en la cintura y empezó a hacer poses femeninas, era la primera vez que sentía
esa sensualidad propia de las mujeres, los ademanes que hacía parecían tan
fluidos como si siempre hubiera tenido ese rostro, poco a poco empezó a tomar más
confianza con su nueva apariencia, ya no era desagradable, ahora estaba en el
cuerpo de una mujer hermosa, no podía dejar de tocar sus nuevos senos, incluso
aun con las niñas ahí, de vez en cuando rosaba sus nuevos pechos por el simple
de hecho de experimentar las sensibilidad que ahora poseía, quiso ponerse un
vestido pero no pudo subir el cierre por sí solo, además de que era muy corto y
debía cuidarse al sentarse, entonces opto por un pantalón, pero hasta eso era
diferente, aunque también batallo par hacerlo entrar en sus nuevas caderas la
prenda parecía adaptarse perfectamente a su nuevo cuerpo, realzaba su nuevo
trasero, y le hacía lucir muy sexi, aunque seguía pareciéndole extraño la
ausencia de una abultacion en su entrepierna, después se puso una blusa, al
mirarse no veía más al hombre que era, estaba empezando a asimilar que de ahora
en adelante su reflejo sería el de una mujer, la ropa femenina por alguna razón
le hacía sentir muy bien, cuando hombre acostumbraba a usar ropa bastante holgada, sobre todo
para ocultar un poco su extrema delgadez, a veces motivo de burlas entre sus
socios criminales, pero ahora era
diferente, pues precisamente su delgadez era su principal preocupación ahora, además
de que su nueva ropa toda era muy ajustada, exaltando las curvas de su cintura
y caderas, no dejo pasar la oportunidad y se tomó varias fotos haciendo poses, así
bajo a la sala donde estaba llegando Enrique, el novio de su nueva hija, apenas
podía creer lo que estaba por experimentar, pues hasta ayer él no tenía hijos,
y ahora está por recibir a su nuevo yerno.
Tori salió a su encuentro,
Enrique entro al fin, era un muchacho de una situación económica bastante
buena, como la de Liz, traía un ramo de rosas para Tori quien de inmediato le
presento su novio a lo que ella creía que era su mamá.
TORI: mira ma, él es Enrique del
que te he estado hablando este tiempo, es mi novio
Carlos estaba decidido a tomar
una postura desafiante ante el muchacho, pues quería divertirse un rato con las
reacciones, así que le estrecho la mano como si aun fuera un hombre, provocando
en el chico una reacción de sorpresa
CARLOS: así que tú eres el novio
de mi hija eh
TORI: (sobándose la palma de la
mano) así es señora, por cierto, permítame decirle que tiene una casa muy
bonita, y que usted luce muy bien
CARLOS: no tienes por qué hacerme
notar lo que ya es evidente niño, ahora pasemos a comer...
Enrique estaba algo incomodo,
pues Tori le había contado que su madre era muy amable y cortes
ENRIQUE (en voz baja) oye amor
que le pasa a tu mamá, me habías dicho que era de otra manera
TORI: si, lo se amor, pero últimamente
ha estado actuando muy raro, creo que son cosas de la menopausia y eso, pero no
te preocupes yo hablare con ella
Mientras Carlos va por una copa
de vino, Tori lo intercepta.
TORI: oye ma, no estabas
guardando ese vino para otra situación, es bastante caro, bueno como sea, quería
pedirte de madre a hija que trataras de ser más amable con mi novio, porfis de
verdad lo quiero y no quiero que se lleve una mala impresión.
CARLOS: si ok ok, solo le hare un
par de preguntas
Trina, Tori, Enrique y Carlos se
sentaron en la mesa
CARLOS: ¿bueno como dices que te
llamas chico?
ENRIQUE: Enrique señora, por cierto,
que buena comida
CARLOS: si como sea, de hecho, es
comida del restaurante italiano, la pedimos a domicilio yo no iba a cocinar
nada.
TRINA: ¡mama!
CARLOS: ¿Qué? Siempre hay que ser
sinceros ¿no Enrique?
TORI: Ma, no crees que mejor
debemos comer
CARLOS: para nada, la sinceridad
es un valor en decadencia, ¿no?
ENRIQUE: (incomodo) así es señora
CARLOS: por eso quiero
preguntarte algo y que me respondas con sinceridad
ENRIQUE: claro señora, siempre
CARLOS: bueno pues ya que lo
dices, te preguntaré algo, ¿tú y mi hija ya sabes?
ENRIQUE: ah creo que no entiendo
CARLOS: que si ya tuvieron
relaciones
La pregunta tomo por sorpresa a
todos en la mesa, menos a Carlos quien sonreía malignamente, Tori soltó el
tenedor y se tapó la cara de vergüenza, Trina solo grito “Mamá, que cosas dices”
hubo un silencio incomodo en la mesa, Enrique estaba impávido, no sabía que
responder o cómo actuar, su nerviosismo e incomodidad era evidente, cosa que
gozaba Carlos, sabiendo que su nuevo estatus era casi intocable, Tori, se paró
de la mesa y se fue a su cuarto llorando, mientras su hermana seguía negando
con la cabeza
CARLOS: bueno, no has contestado
muchacho
ENRIQUE: eh claro que no señora,
su hija y yo no hemos hecho eso, se lo juro (sudando del nerviosismo)
CARLOS: bueno más te vale
muchacho, no quiero ningún “accidente” por aquí eh (apuntándole con un tenedor)
TRINA: oye Ma en esa pregunta si te
pasaste
CARLOS: para nada Tori, digo
Trina, es mejor hablar las cosas cara a cara antes de que la situación sea
critica, ¿o no muchacho?.
Mientras Enrique movió la cabeza positivamente,
Trina se levantó de la mesa y acudió a ver a Tori quien sollozaba abrazando una
almohada.
TORI: que le pasa a mamá, Trina, parece otra persona, me acaba de
humillar frente a mi novio, algo le pasa estoy segura
TRINA: (mientras consolaba a su hermana) Tranquila Tori, yo también la
noto muy rara, puede ser cosas de la edad, leí que tu humor cambia de manera
repentina, y hasta puedes parecer otra persona.
TORI: ¿tú crees?
TRINA: si, mira ya tranquila veras que se le pasara pronto
Mientras tanto en el comedor.
CARLOS: por cierto, Alberto, ¿a qué equipo le vas?
ENRIQUE: me llamo Enrique, y pues…me agradan los Phillies
CARLOS: ¿Qué? Esos jotos no, yo hablo de la liga mexicana, futbol.
ENRIQUE: pues no se me hace interesante, pero si tuviera que elegir yo diría
que el América
CARLOS: ¿es en serio? Y así piensas que podrías andar con mi hija, en
esta casa no es bienvenido alguien que simpatice con esos maricas
ENRIQUE: perdón señora no era mi intención, de hecho, me equivoque, mi
equipo son los Pumas de la UNAM
CARLOS: bueno eso no esta tan mal, (se empezó a sentir algo culpable al
ver al muchacho todo nervioso y carente de criterio propio) mira wey, digo
Enrique, perdona si te hice sentir incomodo con la pregunta.
ENRIQUE: no se preocupe señora, solo que si me tomo por sorpresa.
CARLOS: mira me caes bien, se ve que eres buen muchacho, tienes mi
permiso para salir con Trina
ENRIQUE: Tori
CARLOS: si Tori quise decir, (creo que, si me pase con este chico, además
entre hombre deberíamos apoyarnos, creo que ya me divertí un poco, además las
hijas ya están empezando a sospechar, quizás sea tiempo de empezar a actuar
mejor)
Trina y Tori regresan al comedor, después de la charla todos están más
calmados, comen sus postres…
CARLOS: pues le decía a tu novio, Tori que tienen mi permiso, es más
cuando quieras puedes venir a verla eh.
ENRIQUE: ¿wow, en serio cuando quiera? Pues gracias señora Liz
Parece que Carlos sigue siendo cruel, pero dentro de el sentimientos de
culpa se empiezan a formar, después de la cena y de llevar a Enrique a su casa
Carlos se disculpó con Tori, quien aún enojada acepto las disculpas, estaba atardeciendo
cuando del celular de Liz una llamada hizo vibrar el teléfono, cuando Carlos se
estaba desnudando para su primera ducha como mujer, en la información de la
llamada decía Rubén, dudando Carlos tomo la llamada.
CARLOS: bueno
RUBEN: hola preciosa, ya extrañaba tu voz
CARLOS: ¿quien eres?, no te equivocaste de numero
RUBEN: ya Liz deja de jugar, solo te llamaba para recordarte lo de
nuestra cena hoy, espero que no la hayas olvidado
CARLOS: ¿cena?
RUBEN: así es, recuerda hace una semana quedamos, en fin, pasare por ti
a las 8:30, adiós hermosa (cuelga)
Carlos estaba muy confundido, pero también experimento algo nuevo, era
la primera vez que le hablaban tan dulcemente, él pensaba que Liz era soltera,
pero no imaginaba que tenía una pareja, o quizá no, gracias a su huella pudo
desbloquear el celular de Liz, vio varias fotos de la mujer con un tipo, alto,
de barba, y aunque le costaba aceptarlo era algo atractivo.
CARLOS: que rayos es esto, debo dejar de pensar en eso, aunque…podría sacar
provecho de esto, además si cancelo no haría más que seguir levantando
sospechas, ya tengo suficiente con las hijas de la mujer, quizá debería ir,
jeje puede ser divertido, además con este cuerpo seria el centro de atención,
al carajo si iré, debo aprovechar mi nuevo estatus, además siempre he querido
saber que se siente que te inviten todo, pero primero lo primero, bañarme jeje
Entro a la ducha y mientras masajeaba sus senos enjabonados pensaba en
como actuaria en su cita o lo sea que fuera con ese hombre misterioso…