SOY LA MAMÀ DE MI MEJOR AMIGO - 02

SOY LA MAMA DE MI MEJOR AMIGO

CAPITULO 02 – SIENDO CUIDADOSO

(las oraciones en paréntesis indican que el personaje está pensando algo)

Edgar que hasta la noche anterior era un hombre, ahora se hallaba en el cuerpo de la madre de Max, una sexi señora, justo estaba por explorar cada parte de su nuevo y atractivo físico cuando Max llamo a la puerta pidiendo el desayuno, no queriendo que su amigo descubriera lo que le hizo a su madre decidió fingir ser Priscila un tiempo.

EDGAR (en el cuerpo de Priscila): (hablando en su mente) demonios Max no te puedes aguantar el hambre un rato estaba por ver a tu mamá desnuda, bueno y ahora, supongo que bajare a ver qué puedo hacer

Edgar aún era un poco torpe al caminar, incluso mantenía su caminar de hombre, no lucia para nada femenino, bajo hasta la sala donde Max se encontraba viendo un programa matutino, no interactuó con el de inicio, fue directo a la cocina, la misma cocina donde horas antes había puesto la poción en el café de Priscila, vio la estufa y las barras, para nada era su ambiente, Edgar siempre tuvo una mentalidad algo machista, en su casa su hermana y su madre siempre se encargaban de la comida, así que él nunca tuvo el interés ni la necesidad de cocinar, abrió el refri y vio muchas cosas, embutidos, algunos lácteos, huevos, pero no tenía ni la menor idea de cómo preparar un desayuno, tomo un huevo e intento romperlo como había visto cuando su madre cocinaba, pero fracasó estrepitosamente, pues el huevo se quebró, sí, pero no como el esperaba, volteo para ver si Max se había dado cuenta, pero paso desapercibido su pequeño accidente, entonces pensó en hacer unos sándwiches, eso sí lo sabía hacer, cuando acabo intento que su amigo no sospechara, incluso fingiendo las frases y entonaciones que Priscila le decía a su hijo, pues Edgar pasaba  tanto tiempo ahí, que ya sabía cómo se hablaban

EDGAR: (sosteniendo el plato y acercándose a Max) Cariño, ya está tu desayuno (fingiendo una sonrisa)

MAX: ammm gracias mamá, pero no esperaba esto de desayuno, te molesta si no me los como

EDGAR: (como me la pone difícil este wey, solo porque tengo el cuerpo de su mamá debo hablarle bonito) bueno cariño ¿entonces qué quieres?

MAX: hazme mi desayuno favorito ma

EDGAR: jeje si claro, tu desayuno favorito…que son…

MAX: chilaquiles* mamá, ya lo sabes

*(plato típico mexicano hecho a base de tortillas de maíz fritas bañadas en salsa picante, muy popular en México como desayuno)

EDGAR: claro que sí, si yo soy tu madre, solo quería que tú lo dijeras (maldita sea y esas cosas como se hacen, de seguro es difícil) Oye…hijo no sé, ¿no tienes ganas de ir a comer afuera?

MAX: pues no mamá, no muchas

EDGAR: (ay este wey ya me está hartando) pero Hijo, podemos ir a donde quieras, y podrás pedir lo que se te antoje

MAX: wow ¿en serio ma? Pues en ese caso me iré a cambiar ya, ¿tú te vas a ir en ese pijama?

EDGAR: pero que dices hijo, claro que no…iré a cambiarme

MAX: bueno mamá, apresúrate

EDGAR: (jaja claro que si, pero para cambiarme necesito quitarme esta ropa primero)

Edgar volvió a subir al cuarto de Priscila, entro y cerró la puerta, empezó a buscar donde tenía Priscila su ropa interior, al fin encontró  el cajón, estaba lleno de prendas íntimas de Priscila de todo tipo, incluso algunas muy diminutas, era todo un espectáculo para Edgar ver la variedad de texturas, colores y tipos de ropa interior, al ver un brasier de la mujer, se asombró al ver lo grande que estaba, como hombre siempre le habían gustado los senos de la mamá de Max, y ahora eran suyos, podría tocarlos o verlos cuando le pareciera, se quitó la pijama con la que dormía Priscila, deseaba tanto ver ese cuerpo desnudo, cuando se quitó las bragas con las que había dormido Priscila, no pudo contener la curiosidad, olio la prenda, al hacerlo se sintió un poco excitado, pues ese olor de mujer ahora era de él, no más olor a hombre, rápidamente se puso unas bragas normales de color morado, no quería la incomodidad de una tanga, también se puso un brasier de broche al frente pues no sabía cómo abrochar los otros, en ropa interior se observó, era una mujer muy hermosa sin dudas, a cualquiera le llamaría la atención una mujer así, con dos grandes senos, una pequeña cintura y caderas anchas, se decía a sí mismo “como es que esta mujer no tenga pareja, si fuera 15 años mayor, sin dudas intentaría conquistarla, bueno para que, si ahora ya la tengo para mí” después abrió el closet, eran solo prendas muy femeninas, ninguna pantalón o algo por el estilo, solo encontró una especie de prenda de una sola pieza, en el gancho donde se encontraba parecía algo muy sexi, así que Edgar decidió probárselo, le costó meter su nuevo cuerpo ahí, pues era muy ajustado, al irse acomodando todas las partes de su cuerpo se ajustaban perfectamente, sus anchas caderas y grandes senos realzaban las curvas que, junto con esa ropa hacían lucir a Edgar como una mujer muy sexi, una franja transparente al lado era el toque perfecto y sensual, dejando ver unas torneadas piernas libres de todo pelo molesto, eran lisas y suaves, se puso unos tacones no tan altos, pues aun no aprendía a caminar bien con otros, le quedaba perfecto, no dejaba de explorar sus nuevos ángulos, ahora la ropa que estaba usando dejaba al descubierto sus brazos y parte de su pecho pues antes con sus playeras no sucedía eso, también dejaba un espacio a la altura del ombligo, Edgar para nada hubiera podido mostrar esa parte siendo hombre, pues sería desagradable, pero ahora como Priscila, se sentía genial, ahora sabía que sentía una mujer al usar ropa tan ajustada y sexi

MAX: (tocando) ya mamá, vámonos

EDGAR: (abre la puerta) si hijo, perdón por tardarme

MAX: emm…Mamá solo iremos a desayunar ¿por qué estas vestida así?

EDGAR: pues sí, pero quise ponerme esto hoy ¿algún problema? (rayos, eso ultimo sonó muy feo)

MAX: no…solo decía que me parece muy …atrevido

EDGAR: mira ya no me digas nada y baja que ya tengo hambre

MAX: ok

EDGAR: ¡ey! Eso no estuvo tan mal, dar órdenes a un hijo es genial

Edgar se subió a la camioneta de Priscila, tenía poca experiencia manejando, pero no creyó que fuera tan difícil, arranco y condujo, pero era muy errático, los tacones le estorbaban un poco, el cinturón de seguridad solo hacía que sus senos se vieran aún más grandes, no controlaba bien el vehículo, mientras Max algo extrañado veía como su madre forcejeaba para controlar el auto.

MAX: cuidado mama casi le pegas a ese auto de enfrente

EDGAR: él tuvo la culpa además ya casi llegamos

Llegaron a un local de una conocida marca  multinacional de comida rápida, Edgar con la bolsa de Priscila vio que de dinero no carecían, Max pidió un desayuno normal, pero Edgar que era de un estrato social más bajo que Max y que nunca había ido a un establecimiento así, sin que su familia lo limitara, aprovecho que ese dinero era suyo ahora, pidió casi todas las cosas del menú, Max seguía extrañado ante tal comportamiento de su madre, sin embargo Edgar no se dio cuenta de eso, y comió a mas no poder, ahora ya no era hombre, y su vientre era plano, donde estaba su panza ahora la cintura de Priscila era la que tenía, pago todo y se disponían a irse:

MAX: oye Ma, no te ofendas, pero tu cuidabas mucho tu figura, cuando venias acá apenas te comías una ensalada, ahora te comiste hasta dos hamburguesas, y que raro por que como las pediste es como Edgar las pide, solo con mostaza, sin cebolla y doble queso, incluso le quitaste el ajonjolí, exactamente como mi amigo, que coincidencia

EDGAR: jeje si ya sabes…quería ver si esa combinación que hace tu amigo era buena, solo eso

MAX: ah, y no sabía que te gustara el refresco de toronja, también es el favorito de Edgar, tu siempre pedias té o agua

EDGAR: ¿bueno, sabe bien, no lo puedes negar, además ya te traje a desayunar no? Eso era lo que querías ahora, deberías estar agradecido

MAX: si gracias, fue un desayuno genial, por cierto ayer Edgar no volvió, ¿note parece raro? De repente salio corriendo y dijo que volveria, ya le mande mensaje para ver si había tenido un problema, pero no me contesto

EDGAR: jaja si pues…quizá tenía una cita con una chica, ¿no crees?

MAX: jaja ¿quién Edgar? Nah nadie le hace caso, si te Conte como lo rechazo Estefanía ¿no? Pobre de él, estuvo llorando por ella por una semana y nunca le hizo caso

EDGAR: (maldito Max le contaste a tu mamá que me rechazaron, ya me las pagaras) pues yo creo que es un buen chico, se ve que en el fondo tiene buenos sentimientos, además puede que no le gusten las chicas de su edad

MAX: ¿a qué te refieres? ¿Qué le gustan las señoras? Jajaja si no puede con las de su edad

EDGAR: (carajo esta humillación no se va a quedar así, si supieras que ahora tengo el cuerpo de tu mamá, me encantaría ver tu cara si te dijera que puedo tocar a tu madre cuando quiera, pero tranquilo Edgar debes disimular) bueno ya dejemos de hablar de ese chico, ahora vámonos de aquí, ya pague la cuenta

MAX: (aun riendo) ok ok jaja lo siento es que es gracioso

EDGAR: ya súbete al auto y vámonos (algo enojado)

(en el camino a casa) por cierto hoy me siento mal y tú te encargaras de limpiar la casa

MAX: ¿en serio? Pero yo nunca hago nada, mejor que así se quede, total solo será un día, además yo te veo muy bien, hasta te vestiste así

EDGAR: ya te dije, tu harás los quehaceres, yo me quedare en mi habitación a…a…recuperarme, además te estoy diciendo que lo harás, no era una pregunta.

MAX: (refunfuñando) como quieras…

CONTINUARA…