DE CUERPO EN CUERPO - 01

DE CUERPO EN CUERPO 

CAPITULO 01 - Gonzalo y su primer cambio

 

(un accidente origina que la vida de un joven de un giro de tuerca)

Sucedió hace no mucho tiempo, en una ciudad mediana de México, un lugar tan tranquilo que nadie tenía miedo de salir de casa y caminar por las calles, eso paso cuando las delincuencias aun no tomaban por asalto las aceras y los lugares públicos, si por algo era conocida esa ciudad era especialmente por sus mujeres, las cuales se presumía eran las más bellas de todo el país, desde hace muchos años se creía eso, una ciudad bonita.

Transcurría apenas la segunda semana del verano, las lluvias ya habían dado indicios de su inminente presencia en gran parte de los días, los estudiantes estaban de vacaciones, pasaban tiempo en su casa y se divertían, uno de ellos era GONZALO MENDOZA un estudiante de ingeniería química de 20 años de edad, tenía todo lo que cualquier chico quisiera, una familia muy linda, salud y dinero, y…aunque no era muy agraciado físicamente, no dejaba que eso lo acomplejara,  era un poco tímido, en su escuela era de los  más brillantes, sin dudas una mente prodigiosa, llena de ideas frescas e innovaciones, una rama de las ciencias que le interesaba demasiado era la química, pues su padre el gran Fernando Mendoza había sido de los químicos más exitosos de la ciudad y el estado, ahora ya se había retirado de los laboratorios y daba clases en una preparatoria, él había sido el icono que Gonzalo intentaba imitar, le habían comprado su primer juego de química a los 10 años y nunca más quiso saber de otra cosa más que de Química, los videojuegos, peinados ridículos y excentricidades de los adolescentes al parecer a Gonzalo para nada lo atraían, siempre se le veía impecable, la mayor tiempo con ropa formal y peinado muy clásico, con el cabello muy corto y un léxico increíble a la hora de debatir con los colegas de sus padres algún dato histórico.

 El buen Gonzalo era muy formal y tenia una elocuencia extraordinaria

 

Pasaba sus tardes en la biblioteca local, o investigando en internet las biografías de los más grandes químicos de la historia y sus aportaciones, apenas iba en quinto semestre, sin embargo sus profesores estaban asombrados de su innegable potencial, que hasta estaban considerando adelantarlo un par de semestres, ya entendía muy bien la química, pues también su padre lo asesoraba, eran una familia muy unida, su madre Gabriela, una mujer de 42 años, también era química, sin embargo nunca trabajo en eso, pues conoció al papa de Gonzalo en la universidad y cuando estaban por egresar Gonzalo nació, haciendo que Gabriela nunca pudiera trabajar, seis años después nació su  hermana Isabel, que ahora tenía 14 años, todos se llevaban muy bien, salían a pasear muy seguido, pero Gonzalo siempre  batallaba para adaptarse socialmente a su entorno, el chico nunca había tenido novia, sin embargo siempre había estado interesado en alguien, así bajo este contexto sucedieron los siguientes hechos…

SABADO 3:15 pm

Un sábado más y Gonzalo parecía no estar de vacaciones, se encontraba en su pequeño laboratorio, que su padre y el habían improvisado en un cuarto sin uso, se encontraba experimentando con químicos altamente volátiles, por eso cualquier movimiento en falso podría despertar una reacción peligrosa, estaba por añadir una gota más cuando la alarma de un coche estacionado al exterior hizo que el joven perdiera el control de la sustancia y agregara más de lo debido, de repente Gonzalo pensó que una fuerte explosión sucedería pero nada paso, todo se mantuvo en calma, por un momento Gonzalo respiro y se tranquilizó, pero no duro mucho en ese estado pues del matraz el líquido empezó a cambiar de color, tornándose morado, de inmediato un gas denso cubrió toda la habitación, a pesar de que Gonzalo traía los aditamentos necesarios, no eran totalmente seguros, para colmo parecía que el gas era algo toxico pues Gonzalo intento abrir la ventana pero no alcanzo, antes de que pudiera llegar se desvaneció, producto de haber inhalado el gas.

5:52 pm

Gonzalo volvió en sí, ya no había gas ni debilidad, se puso de pie, el matraz aún tenía un poco de líquido, lo tapo y decidió mantenerlo para estudiarlo después limpio todo muy bien, y espero…no tenía ninguna afectación respiratoria o visual, nada físicamente, solo sentía una especie de debilidad general, tiro todo lo que tenía a un contenedor sellado y se bañó, ya cambiado subió su cuarto y estuvo investigando, nada parecía tener sentido al producirse ese gas, decidió descansar y resolver eso después, se disponía a apagar la luz cuando toco el apagador, ahí estallo la lampara que tenía en su habitación, bajo a la despensa donde estaban las lamparas nuevas, tomo una, subió y la cambio, todo funcionó bien, sin embargo algo se le hizo raro al tomar su celular y poner una alarma, parecía haber unas ondas de interferencia en su pantalla, como cuando le acercaban un imán a una televisión, descarto cualquier desperfecto del celular, pues era nuevo, se le hizo raro, así que opto por poner una alarma en un reloj despertador convencional, funciono y se durmió, pero sus sueños eran confusos, como un cuadro de Edvar Munch, soñó con rayos y con una especie de estiramiento de su ser.

8:20 PM

La alarma sonó, Gonzalo despertó más descansado, tenía mucha hambre así que bajo y su madre decido hacerle de cenar algo delicioso, pero cuando quiso calentar algo en el horno de microondas, este prendía y apagaba, giraba y dejaba de girar la bandeja, estaba muy raro, Gonzalo intento arreglarlo, pero fue que súbitamente se apagó, así que optaron mejor por pedir una pizza, durante la cena todo paso normal, Gonzalo temía hablar con su papá de su “pequeño accidente químico” de esa tarde, así que espero a que todos terminaran y se sentaran en la sala, ahí actuó:

GONZALO: oye papá, podemos hablar de algo

FERNANDO (padre): claro hijo, dime

GONZALO: preferiría que fuera en privado papá

ISABEL (HERMANA): uy! Platica de hombres, de que hablaran ¿motores?

GONZALO: jaja muy graciosa hermanita

FERNANDO: sí, claro hijo, solo dame un segundo, me cepillare los dientes

Gonzalo estaba muy nervioso principalmente por dos razones, desconocía como reaccionaria su papá ante tal evento y por qué temía que su papá se decepcionara de el al  cometer ese error

FERNANDO: ahora si hijo ¿Qué paso? (El padre del joven se sentó a su lado en la cama, y como buen padre toco el hombro de su hijo en señal de confianza)

GONZALO: pues veras…papá... (el chico le explico a su padre todo lo que había ocurrido, lejos de las expectativas que tenía Gonzalo, el hombre reacciono muy bien, entendió que fue un error de novato, nada grave, así que entendió a su hijo, el cometía los mismos errores cuando era joven)

FERNANDO: jaja ya no te mortifiques hijo solo fue un error a cualquiera le pasa

GONZALO: si papá, y gracias por entender (le dio un abrazo)

De esa acción de abrazar a su padre, fue lo último que recordó, una especie de corriente eléctrica algo potente atravesó su cuerpo, el joven despertó…

GONZALO: ¿qué paso? ¿Papá?

Gonzalo estaba atónito, era sin duda la voz gruesa y algo rasposa de su padre la que escuchaba, veía claramente que era la misma habitación donde estaban antes, solo que ya no estaba ahí su padre, se repuso, tallo sus ojos y toco su cara…su cara, noto que tenía barba, barba que él nunca había tenido, desesperado y  algo asustado llevo las manos a su cabeza, pero no encontró cabello en su lugar una superficie totalmente calva estaba ahí, esto ya era muy shockeante para Gonzalo, pero la peor sorpresa que se llevo fue al verse al espejo, no lo podría creer, sencillamente no lo podía creer, pareciera una figura ilusoria, tallo nuevamente sus ojos y no cambio en nada su visión, en efecto lo que veía en esa reflexión del espejo era a su propio padre, no había dudas, era real, Gonzalo estaba en el cuerpo de su padre, no comprendía como había sucedido, básicamente lo único que hizo fue darle un abrazo a su padre, no podría creerlo, era un hombre de 44 años, un grito lo altero aún mas 

Fernando Mendoza, el reconocido quimico

GABRIELA: ¡Amor! ¡Amor! ¿Estás en el cuarto de Gonzalo?

Esa voz sin dudas era la de su madre, pero aun había entendido su nueva condición como para esbozar unas palabras de respuesta elocuentes, solo cerró la puerta de su cuarto y salió al pasillo

GABRIELA: ay amor, aquí estas, ya es tarde, tu hija ya se fue a dormir así que pensé que tú y yo podríamos hacer lo mismo.

GONZALO (en el cuerpo de Fernando, su papá): yo…yo…

GABRIELA: ¿ahora que amor, te comió la lengua el gato? Jaja tranquilo estoy bromeando, pero ¿porque estas tan nervioso?

GONZALO: no…para nada estoy nervioso…solo que… (por un momento la idea de decirle la verdad a su mamá rondo su cabeza, pero al decir la frase “en realidad soy tu hijo Gonzalo” esa idea parecía muy tonta y para nada creíble, sabiendo que podría ser un efecto temporal quizá, decidió seguir el papel de esposo) solo que no estoy cansado…

GABRIELA: por favor amor no te hagas del rogar, mira (su madre traía una bolsa, con algunas prendas íntimas) ¿Qué tal si me pongo esto? (sosteniendo un brasier muy sexi)

GONZALO: (trato de esquivar esa propuesta, era su propia madre) oye amor debo hacer algo en el laboratorio, mejor déjenlo, digo dejémoslo para otro día

GABRIELA: ay Fernando, está bien, pero tú te la pierdes (se retira)

GONZALO: uf que cerca estuvo eso, no sabía que mi mamá usara ropa tan sexi, bueno ahora si al laboratorio, debo descubrir cómo solucionar esto

El chico paso toda la noche y parte de la madrugada tratando de entender como volver a la normalidad, sin embargo nada encontraba, decidió descansar e irse a dormir un rato, mañana por la mañana seguiriá, subió al cuarto de sus padres, abrió la puerta con cuidado y ahí estaba…su madre, al ser verano nadie dormía con cobija, solo unas sábanas cubrían a la semidesnuda mujer, que dormía de lado, a un costado estaba la bolsa de ropa interior, Gonzalo se acercó y echo un vistazo, le pareció muy sexi, claro, no se imaginaba a su mamá usándolo, sino a la chica que le gustaba, volvió a guardar todo, y trato de ver lo menos posible a su semidesnuda madre, solo tomo una almohada, y opto por dormir en la sala, estaba tan cansado que ni siquiera tuvo tiempo de ver su nuevo cuerpo antes de que Morfeo le cerrara los ojos…

DOMINGO: 8:20 am

La voz de Gabriela despertó a Gonzalo, quien para su mala suerte seguía en el cuerpo de su padre

GABRIELA: amor ¿Qué haces acá? Te esperaba en el cuarto, bueno como sea vístete, ya es tardísimo y debemos ir a misa, como todos los domingos

GONZALO: ¿misa?

GABRIELA: si amor, por cierto, le hablas a nuestro hijo, sé que está cansado, pero no estaría mal si nos acompañara

GONZALO: si…nuestro hijo (se quedó pensando en esa frase) no, mejor dejémoslo descansar

GABRIELA: ok amor, pero tu si deber ir ¿o no iras?

GONZALO: (rayos ni modo, no creo que pase de este día este efecto) claro amor

GABRIELA: pues vete a cambiar y a bañar, que ya se nos hace tarde

GONZALO: bañar…

Gonzalo se dirigió al baño de sus padres, con una toalla, el preferiría no hacerlo pero debía de, no iba a ir sucio en el cuerpo de su padre, era una encrucijada para él, pues obviamente se tenía que desnudar para bañarse, no teniendo otra opción tuvo que hacerlo, trato de no mirar nada, ningún detalle ni parte de su nuevo cuerpo, era un baño normal para el nada nuevo, excepto por qué no tenía cabello que lavar, llego a la parte genital de su padre, con algo de asco lavo rápidamente, pero tuvo que ver, era algo muy distinto para él, seguía teniendo un pene, pero este era muy diferente, creyó que era algo gay, que él le estuviera viendo sus partes a su propio papa, pero tenía que hacerlo para enjuagar esas zonas, algo era cierto, su miembro era notablemente más grande que en su antiguo cuerpo.                Termino de bañarse y se puso la ropa de su padre, eso sí le agradaba, pues su padre y el vestían prácticamente igual, muy formales, pero su progenitor tenía mejor ropa de ese estilo, se vio en el espejo, era un hombre maduro, un señor, era su propio papá, un gran químico, por un momento repetía “soy el famosos Fernando Mendoza, químico” pues su admiración mezcladas con que ahora el chico tenía el cuerpo de su papá, le hacían sentir algo seguro.

 

No todo era tan malo al estar en el cuerpo de su padre

Fue a donde tuvo que ir, el condujo, afortunadamente su padre también le había enseñado, solo que tenía menos experiencia, que de inmediato notaron su madre y su hermana al ir con él en la camioneta, llegaron a casa, y a Gonzalo mientras se desabrochaba el saco le vino una  brillante revelación, había recordado todo y como se dieron las cosas, las pequeñas interferencias electromagnéticas, los toques, incluso el abrazo que origino todo…el ABRAZO…que origino todo…EL ABRAZO…ABRAZO…si! Eso era había descubierto como se daba el efecto, estaba tan emocionado que no se dio cuenta cuando su madre se acercó y le dijo: “gracias por acompañarme a misa, ahora si pusiste atención” y en ese momento como muestra de agradecimiento y cariño le dio un abrazo a su Gonzalo en el cuerpo de su padre…y una fuerte corriente eléctrica paso por todo su cuerpo

CONTINUARA…